Esperamos 4 años a que regresase el año bisiesto acompañado de los Juegos… y fuimos testigos del inicio. Ahora viene la historia de la alegría o la tristeza de la competencia. La frase célebre “lo importante es competir” pierde por 16 días su significado, ahora lo importante es ganar.
En la antigüedad Prometeo robó el fuego a Zeus y este se mantuvo encendido durante los siete días de duración de los Juegos de la antigüedad en Grecia. Hoy ese fuego es el símbolo de los Juegos.
Majestuosa. Espectacular. Inolvidable. Esta fue la ceremonia de inauguración de la versión IXXX de los Juegos Olímpicos en Pekin, China. Ceremonia coronada con el vuelo del atleta para encender la llama olímpica que flameará en el Nido de Pájaro durante los 16 días de celebración del mayor evento que el mundo haya conocido.
Genial todo lo que ocurrió durante las 5 o más horas de transmisión de la televisión del mundo. Encendido que pone los pelos de punta al mundo, a los verdaderos atletas y jóvenes soñadores.
La alegría del mundo se vió reflejada en la imponencia de toda la ceremonia y del desfile de los deportistas, 204 países, 11533 atletas OLIMPICOS sonrientes paseándose por el estadio; cual de ellos más feliz con su participación en sus equipos nacionales. Vimos a grandes como Felix Sanchez, Kobe Bryant, Rafael Nadal, Yana Klotchkova, Roger Federer y también vimos la alegría de los atletas colombianos, todos con una gran sonrisa olímpica, mostrando su alegría de poder estar presentes en este evento.
Juegos son un momento de triunfo, son el triunfo de la excelencia, una apología al triunfo de los mejores. Allí solo van los mejores del mundo!!!
Después de la gloria olímpica no hay más dice la historiadora Diana Uribe, los que allí consigan el oro entrarán a la eternidad, serán recordados por siempre, quedan en la memoria del pueblo, serán inolvidables. Lo más importante es que esta gloria solo se consigue situándose como el mejor del mundo durante los Juegos Olímpicos, nada más vale, lo demás se puede olvidar. No puedo pensar en ninguna otra actividad humana que entregue al ganador tanta gloria como la medalla de oro olímpica.
Los Juegos Olímpicos son la mayor de las expresiones del ser humano; de su lucha y de su reconocimiento y, lo mejor, nos ha tocado a nosotros vivirla. Gracias a Dios nos tocó a nosotros.
Inenarrable la ceremonia y mucho más su significado para la humanidad.
Los chinos habían dicho: “el mundo nos ofrece a los chinos 16 días; nosotros le ofrecemos al mundo 5.000 años de tradición” y en esta ceremonia sencillamente nos narró, a través de 4 horas, toda su historia bajo un solo lema: “UN MUNDO; UN SUEÑO”.
Las 2.000 caras sonrientes de los niños del mundo; los 11.533 atletas presentes, los 638 atletas de los Estados Unidos y 628 chinos, 283 brasileros, los 68 colombianos desfilando; los Fuegos artificiales; la niña volando sobre la representación humana del Estadio Olímpico; el globo terraqueo con sus nadadores; la tecnología presente; el novedoso atril desde donde se dieron los discursos de apertura; la frase del presidente del COI Jaques Rouge: “ustedes son ejemplo para los chicos del mundo, siempre jueguen limpio y no hagan trampa”; el vuelo de las palomas, la imponencia del pebetero olímpico; la presencia de algunos de los 74615 voluntarios; el alegre desfile de los 85 países que nunca han obtenido una medalla olímpica.
En fin…una experiencia que solo abre las puertas a los Juegos de los Atletas. A partir de hoy la vida del mundo cambia, el deporte es ahora la NOTICIA.
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