Benjamín Mays (1894-1984).
-Tomado del libro “Tumble Turn”, que narra la vida de Natalie Du Toit.
Motivado por la tarea que ha estado desarrollando Raúl I. con sus entregas sobre los Juegos Olímpicos, y agradeciendo una vez más la gestión de Edgar Cadena con esta página, quiero compartir con ustedes lo que he denominado como -una noticia urgente-.
En el día de hoy 8 de agosto, en el marco de la majestuosa inauguración de los XXIX Juegos Olímpicos, tuvimos todos la oportunidad de observar la bella fiesta de integración de las naciones. A la vez, vimos todos la más alta tecnología en función del deporte de la ceremonia mágica del máximo evento deportivo del mundo. Causó especial atención conocer mediante esta inauguración los nombres de varios países que nunca antes habíamos escuchado, tales como Tuvalu, Palau, Djibouti y Vanuatu, -que quedan como tarea-. Pero durante la ceremonia me causó una gran impresión -favorable impresión- la aparición de la delegación de Suráfrica (obviamente después de la de Colombia), y de manera particular ver la deportista que abrió el desfile de la delegación. La bandera de este país fue portada por la nadadora Natalie Du toit, deportista que tiene una historia de vida muy especial que les comentaré a continuación.
Cuando Natalie contaba con 14 años fue campeona del país en la prueba de 400 libre, con nuevo récord, hecho que le permitió integrarse al equipo nacional de natación, grupo con el cual participó en diferentes eventos internacionales, entre ellos los Juegos Olímpicos de Sydney en Autralia en el año 2000. Posteriormente en el 2001, época en que se encontraba entrenando con miras a los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, un día al salir del entrenamiento de la mañana, cuando se dirigía hacia su escuela en una moticicleta, Natalie fue arrollada por un automóvil. Este accidente conllevó a que le fuera amputada su pierna izquierda, por encima de la rodilla. En ese momento, muchas personas la rodearon y alentaron en el difícil trance, otros por su lado, consideraron que este era el final de su prometedora carrera deportiva; Sin embargo, tres meses más tarde, luego de su recuperación y caminando con su nueva prótesis, Natalie siguió su proceso de entrenamiento, que la llevó en el año 2002 a los Juegos de la Commonwealth -Juegos para países excolonias británicas-, evento en el cual fue finalista en la prueba de 800 libre, compitiendo con deportistas sin discapacidad.
En el año 2004, Natalie logró 5 medallas de oro en los Juegos Paralímpicos de Atenas, convirtiéndose en una de las más importantes figuras del evento. Desde entonces Natalie, quien como ella misma lo expresa, -nunca se da por vencida-, se planteó un nuevo reto: quería clasificar a los Juegos de Beijing, y con ese objetivo desarrolló su programa de entrenamiento.
En el presente año, mientras en el mundo las miradas se dirigían hacia las pistas de atletismo esperando la clasificación de Oscar Pistorius, el atleta surafricano que aspiraba lograr la marca mínima en los 400 metros planos, corriendo con sus prótesis (que han generado toda serie de controversias), Natalie Du Toit, demostrando que en el agua las limitaciones se disminuyen, sin ayuda de ningúna prótesis, logró convertir su sueño en realidad. En mayo, Natalie de 24 años se clasificó a los Juegos Olímpicos de Beijing en la prueba de los 10 kilómetros en aguas abiertas y actualmente, como lo han mencionado algunos expertos se constituye en firme candidata para lograr una medalla en el marco de las justas. Aunque la tarea es muy difícil, su presencia en los Juegos ya se constituye en un logro muy importante para las personas con discapacidad -y sin ella- pues nos demuestra que el deseo de superación y el logro de metas de alto nivel dependen de muchos factores, pero tal vez, el más importante, es la tenacidad que se tenga para sobreponerse a las dificultades. En este mes de agosto, el día 20, los ojos del mundo deportivo estarán puestos en la nadadora que se atrevió a desafiar la adversidad. Natalie Du Toit, ejemplo de superación
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