¿Se debe permitir la utilización de los trajes de baño de última tecnología en Colombia?

Raul I Gonzalez
Entrenador Club Calamares
Medellín
calamares@une.net.co

Hace algunos meses, durante el nacional Prejuegos de Pereira, hablé con varios padres, entrenadores y dirigentes de la natación colombiana acerca de la utilización de los trajes de baño de alta tecnología en el país.
Les expresé a ellos mi preocupación ante el silencio de la dirigencia del país cuando se habla de este tema. Me opongo a que se permita la utilización de trajes como el LZR de Speedo en los campeonatos nacionales de Colombia. Para hacer esta petición me aferro la regla de la FINA (GR 6.5) en la que se exige la disponibilidad de esta tecnología para todos los nadadores y a su precio (más de 1’000.000 de pesos colombianos) que es prohibitivo para muchos en el país, una situación que hará que la competencia favorezca a quienes tienen dinero y será desfavorable para aquellos que no pueden disponer de un traje. La competencia pasará a ser una de tener (o poder “mostrar” que se tiene el dinero) o no tener un traje que definitivamente ayuda a mejorar los tiempos. Se desvirtúa a este nivel la pura competencia en el agua. 
Los chequeos olímpicos de Italia y Canadá para los pasados Juegos de Pekin fueron realizados bajo la prohibición expresa de la utilización de los LZR de Speedo o de cualquier otro traje de este tipo aun sacrificando los resultados de los nadadores.
La pagina de USA Swimming presentó hace unos pocos días un artículo en el que la entidad informa a sus afiliados que en su convención, celebrada en el mes de septiembre en Atlanta, se ha prohibido la utilización de los trajes de alta tecnología para los nadadores de categorías menores de 12 años. Un 70% de los delegados a esta asamblea votaron la prohibición de los trajes que se “extiendan por encima de los hombros, la nuca o las rodillas” para este grupo de nadadores. Por su parte la asamblea el Comité de la Natación de Categorías de USA Swimming recomendó que el traje no debería ser utilizado por nadadores menores de 18 años pero en la discusión del tema se presentó alguna resistencia por parte de algunos de sus miembros que alegaron que los atletas norteamericanos estarían en desventaja con los del resto del mundo si no tenían acceso a los trajes, el acuerdo al que llegaron fue salomónico: NO, hasta los 12 años.
Igualmente la CSCAA (College Swimming Coaches Association of America) publica un comunicado en el que mantiene, al menos por un año más, su prohibición a los trajes que han salido al mercado después de enero de 2008. Ellos aseguran que las universidades y colegios americanos no han tenido la posibilidad ni el dinero que les permita adquirir los trajes que han revolucionado la natación produciendo mejoras de tiempos de los principales nadadores de hasta un 2%.
En Australia la cosa ha sido parecida y los entrenadores han acordado que sus nadadores compitan en sus nacionales sin los trajes de última generación hasta los ¡18 años!.
El reporte de la asamblea de USA Swimming aparecido el viernes 26 de septiembre en la página de internet del New YorK Times recibe respuestas de los lectores y una de ellas dice en uno de sus parrafos: …“parte de la preocupación de los padres y los entrenadores que empujan uno de estos trajes en sus hijos menores es que tendrán que esperar un tiempo hasta poder juntar el dinero para poder comprar un LZR y que así sus hijos puedan ganar en lugar de estar hablando acerca de el desarrollo de las habilidades técnicas o el entrenamiento adecuado para las distintas edades …” el entrenamiento, la competencia y el resultado solo deben depender del esfuerzo del nadador, no solamente de una tecnología.
La aparición del traje ha creado una competencia desigual en el agua tanto como fuera de ella, algunas de las empresas de equipamiento deportivo como la Nike, TYR, Arena, Mizuno o Adidas se han quejado por del mal trato que les ha dado la FINA especialmente ante la aprobación de este tipo de trajes hasta el punto de que Nike ha permitido que sus nadadores utilizaran cualquier traje en Pekin (por supuesto han utilizado el LZR) y ya ha decidido abandonar por completo la investigación y búsqueda de nuevas tecnologías para desarrollar trajes de baño similares o mejores que el LZR, otras de estas empresas están considerando pasos similares. Nike no abandonará el deporte y seguirá con sus patrocinios y su línea deportiva para la natación. 
El excesivo costo de estos trajes, más de 500 dólares americanos (más de 1´000.000 de pesos colombianos), enviará afuera del deporte a muchos nadadores que no lo puedan adquirir  pues los que tienen el traje van a mejorar más que ellos aun sin entrenar igual, “si los nadadores norteamericanos no pueden acceder al traje, qué podremos decir de las familias de los nadadores de otras partes del mundo?” asegura USA Swimming y agrega que su utilización podrá  “deteriorar el adecuado desarrollo técnico” de quienes los utilicen especialmente en las categorías de edades al crear resultados falseados por las bondades mostradas y demostradas de la utilización de esas piezas de alta tecnología.
El director de desarrollo de los clubes en los Estados Unidos, Pat Hogan, dice que no “podemos crear falsas barreras a la participación de los chicos” y que se debe “tratar de crear una atmosfera nivelada a la participación en la competición”. Yo pido que, como se dice en Colombia, “o todos en la cama o todos en el suelo”. No me opongo a que en un par de años, que quizás bajen los precios, los nadadores mayores de 15 ó 16 años puedan utilizarlos, pero no ahora pues el traje se vende casi en su totalidad por el internet       
El movimiento para eliminar estos trajes de la competencia en algunos niveles es grande en el mundo hoy en día. Si en países poderosos como Estados Unidos, Australia y Canadá tienen este tipo de consideraciones económicas y técnicas para limitar el uso de estos aditamentos o piezas de equipo, ¿qué debemos pedir que se haga en nuestro país que a diferencia de ellos presenta un pobre desarrollo social y deportivo?
¿Será que permitiremos que nuestra natación mejore un poco pero solo para aquellos que tienen el dinero suficiente para invertir en un traje de estos costos? ¿Que será de quienes no tienen dinero para los trajes? ¿Será que se mantendrán felices en un deporte con una competencia poco pareja en la que se dé una diferencia entre los que poseen el traje y los otros dada solo porque unos pueden comprar al traje y otros no?